Ava Vulturi

Estaba mirando cómo de costumbre el paisaje por la gran ventana. Unos toquecitos llegaron a mis oídos así que, inspiré aie y rodeé sobre mis talones para clavar la vista sobre una joven que quería entrar. Le dije un suave 'adelante' mientras le señalaba educadamente el sillón donde debía sentarse. El de al lado de la chimenea.

Me senté en uno mientras la miraba y sonreía de forma amable.
-Bienvenida. Cómo bien sabrás estás en el Olimpo y si has aparecido por aquí es que deseas estar en mi reino.-mi sonrisa se borró por momento para forma una expresión seria y segura.-No es nada fácil poder conseguir ser alguien de mi reino puesto que no todos poseen las características que se requieren en él. Aun así, veamos si eres digna de pertener al Pueblo-sonreí ligeramente para prodecer a la pregunta directa.-¿Porqué razón has escogido el Pueblo y no por ejemplo el mar, tan hermoso y bello en sus profundidades?

Una mujer de cabellos oscuros y cara angelical estaba al fondo del despacho. Tras observar sus indicaciones me senté en el sofá de enfrente donde lo hizo ella poco después.
-Mis mas sinceros saludos, Diosa.-dije natural mientras la observaba. -Entiendo, y no es una novedada para mí-indiqué acomodandome en el sofá en silencio. Tras formular aquella pregunta, me aclaré la garganta de forma silenciosa y sin que notase desde fuera.-En el mar puedo respirar sin dificultad, moverme libremente y conectar con muchos peces y animales y conocer lugares muy hermosos y bellos... pero el Pueblo es un lugar donde la gente hace muchas actividades, se relaciona, respira aire puro y a diferencia del mar, puedo disfrutar de él y de la tierra de igual manera.-expliqué normal, pensando cada palabra dicha, por si era las adecuada o por lo contrario poco ajustadas para la Diosa. Todo se reducía a unos segundos de espera a su reacción tras esto.

Mientras escuchaba la miraba a los ojos y observaba sus gestos y ropas. Asentí con una sonrisa cuando me saludó.
-Bien-pronuncié firme siempre con un aspecto natual y cercano-Necesito saber si serías capaz de entrenarte duro para lograr tus objetivos, si tu vida tiene metas, fines... o si lo que quieres es llegar a ser alguien en aquello que demuestres destreza ¿Qué te gusta hacer? ¿Cómo te definirías en tres palabras? Quiero, que ante todo, sea lo más sincera posible-adevertí.

-Por supuesto, el esfuerzo de uno mismo es el mejor as para llegar a donde se quiera-comenté y tragué un poco de saliva para proseguir a sus preguntas-Siempre es fácil destacar en aquello que se te da mejor. -dije en susurros audibles encogiendome de hombros. Tuve que dejar pasar varios segundos en silencio para poder responder llanamente si quería ser una más del Pueblo. Quería demostrarle que era la indicada para pertenecer a su Reino.
-Cómo tengo insomnio, tengo mucho tiempo libre y lo empleo básicamente en leer muchos libros, y sobretodo hacer deporte. Me gusta estar en forma. Nadar se me da bien pero prefiero tomar algo con amigos e ir a fiestas. -expliqué.-Yo me definiría cómo una persona perspicaz, sociable e independiente.-dije con toda claridaad y segura de mi misma.

Podía ver en aquella chica la seguridad y las ideas claras.Asentí a lo que me dijo sonriendo pero luego fruncí el entrecejo escuchando con atención.
-Entiendo...-murmuré-¿Y qué esperas en el Pueblo? -hice una leve pausa-Veo que te gusta hacer cosas por tu propio pie y no depender de los demás, eso me gusta...-comenté regalando una senclla sonrisa pensando en varias opciones.-Cómo última pregunta ¿Qué te gusta más y aspiras a conseguir?-pregunté con una sonrisa en mis labios y mirandola de nuevo a los ojos.

La Diosa parecía no estar conforma con mi algo breve explicación. Le devolví la sonrisa y proseguí a escuchar atentamente. Deseaba con todas mis fuerzas vivir en ese Reino...
-Espero muchas cosas, aprender de los demás, enseñar mis mejores talentos y sobretodo a cazar-dije dejando la frase en el aire y pensando en aquello. Si pudiera asistir a fiestas, poder realizar carreras, ir a tomar algo con amigos, sería realmente un sueño.
Al escuchar sus últimas palabras, deduje que tal vez, estaría aceptando mi conducta y forma de ser para poder pertenecer a su Reino. Inspiré aire para responder.
-Vivir eternamente no me importaría aunque con mi insomnio es cómo si apenas durmiera...-confesé mordiendome el labio inferior de forma disimulada.-Mis aspiraciones en la vida es descrubrir nuevos lugares, explorar , conocer en qué terreno me muevo, conocerme realmente, aprender...-dije en un suspiro esperando a que entendiera lo que quería transmitirle con esas palabras.

Habia escuchado las palabras que quería escuchar. No pensé que una persona así tuviera esas aspiraciones tan seguras y bien claras. Me gustaba su forma de ver la vida. El silencio inundó mi despacho una vez más, esta vez más largo. Mi rostro se volvió menos tenso y sonreí ampliamente en signo tranquilizador.
-Enhorabuena-comuniqué-Me has demostrado las cualidades de una persona digna de vivir en el Pueblo, convivir entre sus gentes. No te haré esperar más y en este preciso instante tienes el pase para mi reino pues he de decir que mis ojos ven a una futura vampira-dije claramente y segura de mi decisión.

Me levanté tras decir aquellas palabras a la joven.No tardaría en aparecer en alguna zona del Pueblo para poder empezar a familiarizarse con el lugar y sus gentes. Finalmente la joven abandonó el despacho con pasos tranquilos y más serena.


El tono de tu piel cambiará a un casi translúcido que provocará que no puedas estar apenas bajo la luz solar. Jamás volverás a dormir y en este preciso momento tu crecimiento se verá interrumpido pues no envejecerás y serás un ser inmortal para toda la eternidad. La sangre, tú única comida gracias a los afilados colmillos. Los hombres lobo y el fuego, tus peores enemigos. Te convertirás en una buena jinete montando todo tipo de animales y en un luchadora con cuerpo delgado pero fuerte.


1. Daga.
2. Hipnotizar con el aspecto físico.
3. Patadas.
4. Controlar emociones.
5. Rapidez.